Proyecto construido íntegramente por una serie de láminas de cacería auténticas compradas en el rastro de Madrid. Tres tipos diferentes de láminas realizadas a partir de tres cuadros de cacería del mismo pintor y con elementos muy similares. Estas láminas han sido manipuladas eliminando de diferentes maneras al protagonista de la escena, el ciervo. Sin víctima no existe delito, sin hallar el cuerpo no se puede certificar la muerte.
Una reflexión sobre la manipulación de la información y cómo los medios desvían la atención hacia objetivos más convenientes. También hace referencia de forma crítica al tema de la obra seriada, el apropiacionismo, la memoria histórica, la debilidad del individuo dentro de la sociedad, etc.
El proyecto se expuso en la Galería 6más1 de Madrid.