Cada 7 de agosto en el Barrio de Liniers en Buenos Aires, se celebra la festividad de San Cayetano, a la que acuden en masa decenas de miles de feligreses para pedirle pan y trabajo para todo el año. A lo largo de la fila de personas que esperan su turno para encontrarse con el santo italiano existen multitud de puestos con merchandising e imaginería religiosa. Uno de estos puestos estaba regentado por una pareja de artesanos que realizaban pinturas con los dedos sobre azulejos y en la que te escribían un mensaje personalizado. Por 30 pesos adquirí mi souvenir en el cual se puede leer: San Cayetano, ruega por la apostasía de julio Falagán, con alguna falta ortográfica.
Ojalá San Cayetano interceda para que se cumpla mi petición.
